Ileana
Valenzuela
El Remate,
Flores, Petén, Guatemala
9 de abril
2017
Considero
una Revolución integral o transformación integral y radical de la sociedad como
el único camino eficaz[i]
que se nos presenta actualmente, ya que no se refiere a la transformación de
uno solo de los elementos del sistema sino al sistema en su conjunto y al
conjunto de interrelaciones entre todos sus elementos, el tipo de energía y de
tecnología que utiliza y sus objetivos y valores sociales, lo individual y lo colectivo.
La crisis multidimensional planetaria requiere una respuesta integral que sitúe
al ser humano en el centro relacionándolo con todas sus dimensiones:
espiritual, socio-económica (lo que implica la tecnología con la que los seres
humanos se relacionan con la naturaleza), cultural y ambiental. Una revolución
integral que ya está en marcha, mostrando que un nuevo paradigma
socio-económico y cultural está naciendo al interior mismo del sistema
capitalista en su fase corporación-nación. Hasta ahora, las
llamadas revoluciones han sido momentos históricos, en los que la suma de pequeños
cambios en el sistema de dominación durante muchos años se manifiesta
abiertamente en un corto periodo de tiempo, generalmente por medio de la
violencia, como un cambio en todos los aspectos de la vida social, incluyendo
las formas de Estado, de gobierno, de sistema socio-económico, de las formas de
organización, los valores y comportamientos sociales. Sin embargo, en
retrospectiva, no podemos considerar a las revoluciones burguesas del pasado
como integrales ni tampoco como radicales pues, aunque han derrocado la
dominación y el poder de una minoría de la población sobre la mayoría y trastocado
completamente la sociedad, los modelos socio-culturales, económicos y las ideologías
en las que se sustentan promueven nuevamente la dominación, la explotación, la
destrucción y la muerte; Una clase dominante ha substituido a las otras, el
sistema económico social continúa procurando riquezas a unos pocos mientras que
la mayoría de la población vive en la pobreza y la naturaleza se deteriora cada
vez más; La explotación y la esclavitud continúan en forma cada vez más
execrable, lo que remete en cuestión la manera como la historia nos ha sido
contada hasta ahora es decir, la ficción según la cual se nos ha querido hacer
creer que las revoluciones forman parte de un proceso ascendente de menos
civilización, modernización y progreso a más civilización, modernización y
progreso.
Esto nos lleva a redefinir los
conceptos de progreso, modernización y desarrollo, así como el concepto de
revolución, lo que implica el cambio de nuestra perspectiva en la manera de
realizarla. Es decir, tenemos que situar la dinámica del cambio social en el
contexto socio-económico actual, constatar que ni militar ni ideológicamente
existe una correlación de fuerzas favorable al cambio de paradigma
socio-económico actual y, saliendo de los caminos trillados, redefinir el
concepto, la teoría y la praxis de la revolución que queremos: Primero dejando
las ficciones y las mistificaciones que
nos hacen creer que está únicamente puede llevarse a cabo por medio del
sufragio universal o en forma violenta en un enfrentamiento entre las clases
dominantes y la población dominada. Ya que, si bien la violencia y a la
institucionalidad burguesa (elecciones, leyes, etc.) pueden llegar a ser
instrumentos, en un contexto determinado, para la consecución de nuestros
objetivos no podemos considerarlos, de ninguna manera como un objetivo en sí
mismos, el objetivo de la revolución integral es la paz; Segundo construyendo
la correlación de fuerzas necesaria para realizar un cambio social integral.
Esta transformación social integral, que
se vislumbra como la única alternativa radical que puede sacarnos de la
situación caótica en la que nos encontramos, no solamente podrá ser no violenta
(como la caída de la URSS y del muro de Berlín) sino que podrá incluir en sus
filas a personas y grupos que no necesariamente sean obreros o campesinos pero
ideológica y pragmáticamente luchen y trabajen junto con ellos por su libertad
y autonomía, contra todo tipo de explotación del trabajo humano y destrucción o
degradación de la naturaleza. No solamente tendrá que fortalecer y consolidar los
cambios incipientes precursores de otra sociedad que se están dando a nivel
mundial, sino que tendrá también que terminar con la dominación, con las
jerarquías y con la división de la sociedad en clases dominantes y clases
oprimidas y explotadas, tendrá que acabar con la explotación y con la
esclavitud y extirpar de raíz la idea de que son el progreso tecnológico, la
modernidad, el desarrollo y el crecimiento económico los medios que le
permitirán alcanzar sus objetivos libertarios.
Esto será únicamente
posible por medio de una multitud de acciones de cambio que existen actualmente
que ya se están manifestando como la suma de múltiples pasos que se han ido
acumulando durante cientos de años y en este momento se hacen visibles,
mostrando los cimientos de otra sociedad, que de manera incipiente se están
formando al interior de la sociedad actual. La sumatoria de acciones revolucionarias,
individuales y colectivas, violentas y no violentas, que se están llevando a
cabo en la actualidad de manera a veces inconsciente y unas pocas veces con una
amplia consciencia y compromiso, constituyen el germen de una revolución
integral que ya está en marcha y que, para constituirse realmente en
alternativa histórica al sistema actual tendrá que llevarse a cabo en forma consciente,
comprometida y radical. Mi convicción es que vivimos una época pre-revolucionaria
en la que si logramos que todas esas iniciativas se lleven a cabo en forma informada,
consciente y comprometida, se organicen formando redes y se unan a todos los
niveles, se logrará constituir una correlación de fuerzas suficiente como para
socavar la explotación, opresión y destrucción. Al mismo tiempo que se vaya construyendo
una nueva sociedad que no solamente substituya una clase dominante por otra, ni
unas instituciones por otras, ni una forma de explotación/opresión por otra con
cambios cosméticos sino, que termine con todo tipo de Estado y sus
instituciones en tanto que estructuras de poder, se libere a las personas de
toda explotación y opresión y se cese de degradar y destruir a la Madre Tierra;
Una nueva sociedad en la que todos trabajen juntos, sin jerarquías, sin
propiedad privada (ni estatal) sobre los medios de producción y con nuevas
entidades de gobierno y administración del pueblo, una gran convivencia amor y
amistad.
Solamente la
consolidación consciente de esa transformación social integral que se está
llevando a cabo desde ya, tanto a nivel individual como colectivo, permitirá
encontrar soluciones que en forma coordenada y articulada nos vayan sacando del
caos en el que vivimos, a todos los niveles (local, nacional e internacional). Como
dice, Félix, Rodrigo Mora (2013) “La revolución ha de ser integral, y no sólo
social, porque en ella se ha de efectuar un cambio total, que altere no sólo la
naturaleza de la sociedad en el terreno político económico sino en todas las facetas de la
existencia, creando un orden de cosas completamente nuevo, aunque apoyado en lo
mejor y más valioso del mundo tradicional popular, unificando tradición y
revolución”. Esta Revolución integral, deberá ser, en la medida de lo posible, no
violenta, socavar al Estado-nación y a todas las instituciones burguesas, suplantándolos
por entidades de gobierno del pueblo y por comités de ejecución no jerárquicos
que se ocupen de los problemas sociales, ambientales y culturales. Lo que
implica “la abolición de la concentración institucional del poder en manos de
varias elites” (Fotopulos, Takis, 2005)
1.1 ¿ Que es una transformación social integral?
Es un cambio o
transformación integral, radical y sistémico en construcción, tanto a nivel
individual como social. Es un cambio que ya está en marcha, yendo a las raíces
de la explotación/destrucción en forma radical pero, requiere expandirse,
multiplicarse y elaborar una estrategia con un marco teórico conceptual en el
que se establezcan sus principios, lineamientos metodológicos y teóricos, no
para atarse a ellos de forma dogmática sino que, al contrario, para dar a cada colectivo,
comunidad y a cada pueblo instrumentos que le permitan participar a la
revolución coordinada y articuladamente, compartiendo con los demás para
construir en forma completamente libre, autónoma, convivial y diversa la nueva sociedad que se vislumbra en el
futuro y ha comenzado a nacer. La RI ya
está en marcha, no es otra de las tantas ficciones con las que se nos ha
manipulado y desviado de nuestros objetivos de libertad, buen vivir y autonomía
sino que parte de la realidad concreta a la que se está tratando de transformar,
con muchas dificultades y se traduce en actividades concretas a todos los
niveles y en todas las dimensiones de la realidad. A pesar de todos los obstáculos
que el sistema actual genera para impedir que se consolide, sigue caminando, tiene
su base en miles de luchas, iniciativas y proyectos que, con diferentes niveles
de conciencia y compromiso, representan la transferencia del capitalismo hacía
un sistema radicalmente diferente, aunque, sin todavía romper completamente con
la lógica del primero, se salen tangencialmente de esta lógica y empiezan a
darse valores, comportamientos y objetivos que ya no corresponden a la lógica
del poder, de la acumulación de capitales y del dinero. En América Latina, como
dice Arturo Esteva (2016): “una fuerza teórico-política comienza a recorrer
Abya Yala/Afro/Latino-América de forma sostenida, contra viento y marea y a
pesar de sus altibajos. Surge de la activación política de la existencia
colectiva y relacional de una gran variedad de grupos subalternos –indígenas y
afrodescendientes, campesinos, pobladores de los territorios urbanos populares,
jóvenes, mujeres solidarias. Es la ola creada por los condenados de la tierra
en defensa de sus territorios ante la avalancha del capital global neoliberal y
la modernidad individualista y consumista. Se le ve en acción en tantas
movilizaciones de las últimas dos décadas, en encuentros inter-epistémicos, en
mingas de pensamiento, cumbres de los pueblos, y en convergencias de todo tipo
donde los protagonistas centrales son los conocimientos de las comunidades y
los pueblos que resisten desde las lógicas de vida de sus propios mundos.
Involucra a todos aquellos que se defienden del desarrollo extractivita porque
saben muy bien que “para que el desarrollo entre, tiene que salir la gente”, como
con frecuencia lo manifiestan las lideresas y líderes Afrocolombian@s que
experimentan el desplazamiento de sus territorios bajo las presiones del
llamado progreso”.
La mayoría de estas
iniciativas, sin embargo, tiene un carácter reformista, mismo si pretenden oponerse
a que el capitalismo y su cultura de destrucción y muerte se sigan expandiendo,
son paliativos o alternativas parciales, cosméticas y carecen de una visión sistémica
y global del cambio social, lo que les impide luchar y trabajar en forma unida.
Las luchas y esfuerzos se fraccionan, actúan en forma aislada los unos de los
otros y no llegan a constituir una fuerza lo suficientemente potente como para
derrocar al sistema capitalista y construir otro. Por lo que es necesario
trabajar por que el mayor número de personas, comunidades y colectivos tomen
conciencia, se unan, comprometan y lleguen a formar parte de la RI, creando
sinergias y comprendiendo las interrelaciones que existen entre ellas, luchando
contra las divisiones y rivalidades que, al contrario, mantienen a las personas,
comunidades y colectivos divididos, aislados y sujetos al sistema al que siguen
reproduciendo.
1.2 Características de una transformación social integral
No es obligatoriamente un enfrentamiento
armado entre clases sino que es una lucha integral y radical contra la
dominación y por la paz, que puede utilizar la violencia pero no como objetivo
sino como instrumento en un contexto
determinado, promoviendo la toma de conciencia y el compromiso de todas las
personas y organizaciones que participan en ella, llevando a cabo cambios
revolucionarios individuales y colectivos, cotidianamente en cada acción o
actividad consciente y comprometida en la que participan: “El proyecto de
revolución social necesita algo más que el voto, algo más que la confianza
pasiva de los electores, algo más que una elite ilustrada: Necesita procesos de
toma de conciencia de las multitudes explotadas, procesos de conformación
colectiva de un nuevo sujeto consciente de sí mismo y de las ataduras y
posibilidades de su ser social en el marco de la actual estructura de clases,
así como de sus potencialidades para trascenderla y superarla aboliéndola. Esa
es la gran maldición y al mismo tiempo la gran posibilidad del proyecto
revolucionario. Nadie lo va a implementar por nosotros. Luego nosotros y
nosotras (las grandes masas de explotados y oprimidos) debemos ser capaces de
conquistar una conciencia acrecentada, hecha de experiencia práctica tanto como
de reflexión teórica. Así, la acción transformadora no puede más que ser una
acción pedagógica de masas”, (Carretero, Miramar, José Luis, 2015). La RI
promoverá la no violencia, sus armas serán prioritariamente ideológicas y
buscara en lo concreto debilitar al sistema en sus puntos más débiles, como el
consumo. Ya que como dice Ted Trainer: “El capitalismo no puede sobrevivir si la gente deja de comprar,
consumir y gastar a un ritmo acelerado. Nuestro propósito es ir construyendo
gradualmente las prácticas y sistemas alternativos que permitan a cada vez más
gente salirse del mainstream (de la corriente principal), abandonar la sociedad
de consumo, y asegurarse cada vez una parte mayor de sus necesidades materiales
y sociales a partir de esos sistemas y fuentes alternativos que surjan de sus
barrios y pueblos. Esta revolución, no hay duda, trata de la muerte del capitalismo; no obstante puede
ser una revolución de tipo pacífico y no-violento, por la cual se vayan
desarrollando poco a poco dentro de los viejos sistemas otros nuevos sistemas
locales, de pequeña escala y participativos que los reemplacen… Nuestra tarea crucial es conseguir montar los
sistemas alternativos y llevarlos lo suficientemente bien en el tiempo que nos
queda, de tal modo que la gente pueda ver que hay estupendas alternativas, y se acerque para unirse a nosotros… Los que estamos en el
movimiento alternativo debemos en consecuencia laborar todo lo intensamente que
podamos para conseguir tener la alternativa lista y funcionando para que pueda
ser vista como un bote salvavidas” (Trainer, Ted, 2014)[ii].
Además, la transformación social integral deberá ser multidimensional,
ubicua, horizontal y desempoderadora: “Frente al Poder nos decantamos por el
desempoderamiento, que resitúa el campo de juego social, deja el campo de
batalla por el poder y se centra en la vida: ¡vamos a vivir nuestra vida
colectiva ya! Sin esperar a derrotar nada, sin esperar al mesías, sin luchar
por colocarnos mejor en una sociedad que no nos gusta. Vamos a construir
nuestra vida desde ya y cada día... El desempoderamiento no es màs que hacer
una dejación de poder (hacia l@s de abajo y en armonía con el entorno social y
natural) que propicie una construcción colectiva… La nueva situación que
provoca la dejación de poder en un primer momento viene marcada por la
confusión y el caos creativo que dan lugar inmediatamente a horizontalidades
incipientes y a un proceso de invisibilización que impide la conduit del Poder,
que no encuentra un hacer que conducir, sino un magma de sentires, pensares y
haceres entretejidos y que no parecen moverse hacia ningún sitio. Esa negación
del Progreso (ir hacia) y esa afirmación del vivir ahora (del estar) parecen
ser barreras efectivas contra la Conduit, que necesita de metas, objetivos,
protocolos, métodos, tanto para aprender de lo nuestro como para llevarnos en
su dirección. Estas nuevas horizontalidades incipientes son generadoras de una
nueva oleada de culturas populares que vuelven a recuperar una cosmovisión holística,
en donde además de lo cultural se vuelve a incorporar lo económico y lo social.
Están renovando esas culturas populares que en el capitalismo han ido perdiendo
esa integralidad lo que ha facilitado su sustitución, en amplias capas de la
población, por la cultura de las masas; con su consiguiente pérdida de fuerza y
alternativa. Aunque nunca fueron aniquiladas, las culturas populares han sido
en realidad un refugio efectivo frente la globalización, lo que al mismo tiempo
ha servido de colchón para facilitar el surgimiento de esta nueva oleada en forma
de espiral. Pero es justo la aurora del nuevo siglo y la posterior crisis las
que sirven de parteras a estas nuevas cosmovisiones que originan nuevas
mediaciones deseadas que repiensan, rehacen, resienten el Poder para quitarle
peso dentro de nuestra vida personal y comunitaria. Algunas de esas nuevas
mediaciones son las que, al formar una constelación dibujan lo que llamamos
desempoderamiento. (Encina Javier y Ma Angeles Avila, 2015)
Ruptura con la democracia burguesa y
sus instituciones (Estado-nación, parlamento, sufragio universal, etc.) y
creación de entidades autónomas de gobierno y administración del pueblo. Ya que
las luchas de la izquierda ya sean violentas o electorales se caracterizan por
su carácter reformista, así como las numerosas iniciativas sociales se sitúan
todas en el marco de la institucionalidad burguesa y no salen de ella. Los
gobiernos progresistas, por ejemplo, que nacen
de procesos democráticos con una elevada participación popular, ya sea
institucional o no institucional “no
exigen sacrificios a las mayorías en nombre de un futuro glorioso, sino que
tratan, por el contrario, de transformar el presente de quienes nunca tuvieron
acceso a un futuro mejor” (Boaventura de Sousa Santos, 2014). Hay que recordar que la
universidad, como la escuela, las iglesias y los medias de comunicación son también
instituciones del Estado que ejercen el poder ideológico de las clases
dominante, por lo que, en general, las personas y gobiernos que pertenecen a
dicha estructura muy difícilmente van a hablar y trabajar por la disolución del
Estado capitalista y la construcción de entidades de gobierno y administración
populares. Estamos en un periodo de transición histórica entre el capitalismo
caducado (pero todavía con suficiente fuerza y poder como para acabar con la
humanidad entera) y una nueva sociedad, un nuevo mundo y una nueva vida (con
toda la fragilidad del recién-nacido) que son los que hay que imaginar,
reinventar y construir, si queremos superar la situación actual. Para eso el
pueblo tiene que ir más allá y sobrepasar tanto en forma teórico-conceptual
como en la praxis los gobiernos como él de Correa, Evo, etc.
La RI no es un discurso
abstracto ni una nueva mistificación sino una realidad concreta basada “en las
luchas y trabajo de la población, el apoyo mutuo y la
solidaridad, la confianza, el respeto, la fraternidad y, en general, en el amor
entre los seres humanos” (Llamamiento internacional BRI). Es un
cambio social subterráneo, tanto individual como colectivo, en el que la
lógica, objetivos y valores del sistema capitalista se derrocan, trabajando
silenciosa y discretamente como las termitas para implementar una nueva vida,
una nueva sociedad y un nuevo mundo.
No es un cambio
reformista ni parcial, o sea que rompe con el Estado y sus instituciones para terminar
en forma radical con la propiedad privada de los medios de producción, la monopolización
de los recursos y las riquezas acaparados por las elites nacionales e internacionales,
con la explotación del trabajo y con la destrucción de la naturaleza, al mismo
tiempo que los pueblos construyen nuevos objetivos y comportamientos sociales,
una nueva sociedad y un nuevo mundo.
No es un movimiento político
jerarquizado formado por partidos ni una organización unificada con un programa
mistificador sino que tiende a ser la constitución en fuerza de cambio de miles
de movimientos e iniciativas descentralizados que actúan en forma
descentralizada y autónoma a nivel nacional e internacional con los mismos
lineamientos, valores y objetivos sociales, dándose sus propias reglas,
planificando y realizando sus propios objetivos (en el marco de los
lineamientos y valores de la RI) y basándose en la auto
organización, autodeterminación y asambleas populares soberanas (Llamamiento
internacional ).
1.3 Obstáculos que se presentan
Podemos citar los siguientes
obstáculos que impiden actualmente que
las iniciativas tengan un carácter revolucionario radical:
1) No hay un
nivel de conciencia lo suficientemente alto como para que una gran parte de la
población comprenda la forma en la que funciona el sistema socio-económico
actual, ni de que todas las condiciones están dadas para socavarlo y comenzar a
construir otro. Tampoco se comprende la urgente necesidad de que todas las personas,
comunidades y organizaciones nos unamos para cambiarlo si queremos que otro
mundo sea posible y la especie humana subsista;
2) En
consecuencia, tampoco existe una
estrategia global que incluya los diferentes niveles (local, nacional e
internacional) y una en forma coherente y articulada a las iniciativas y
proyectos que están en marcha, ya que, como dice Fotopoulos (2005) las
iniciativas y movimientos “son y serán muy importantes en la RI únicamente si
se llevan a cabo como parte integral de un proyecto político con estrategias,
medios y objetivos claramente anti sistémicos… en caso contrario “no tienen
ningún potencial de convertirse en un movimiento masivo y nunca perderán su
carácter de estilo de vida, siendo en el proceso fácilmente marginadas o integradas
en el sistema” (Fotopoulos, Takis, 2005)[iii].
3) La
incapacidad de analizar los problemas en una forma holística y sistémica, que
muestre como cada problema forma parte integrante de un sistema socio-económico,
cultural y espiritual global, la forma en la que los diferentes problemas se
interrelacionan los unos con los otros; la imposibilidad de resolver dichos
problemas en el marco del sistema capitalista y la necesidad absoluta de llevar
a cabo una revolución integral en la que participe el mayor número de personas
y organizaciones, para llegar a resolverlos en forma conjunta;
4) La falta de
conciencia de la mayoría de las personas y organizaciones que participan en
dichas iniciativas, ignorando que forman parte fundamental del cambio global en
marcha actualmente, que están
contribuyendo a construir otro mundo, que su contribución al cambio es
indispensable y tienen una gran valía y responsabilidad históricas y, de que,
si realmente quieren un cambio que salga del sistema capitalista actual que vaya
más allá del discurso, deberán ir a las raíces del sistema, derrocando al
Estado-nación y luchando contra la propiedad privada de los medios de
producción, el trabajo asalariado, la guerra, toda forma de dominio de un ser
humano sobre otro y la degradación y destrucción de la naturaleza;
5) La cooptación por medio de salarios y prebendas (poder, viajes, puestos en el
gobierno, embajadas y ONG, etc.), con los que son pagados algunas autoridades, líderes y técnicos, creándose una
elite nacional e internacional cuyo interés es que el sistema se siga reproduciendo,
ya que está atada por el dinero y los intereses políticos, fuertes cadenas que esclavizan
a las personas y organizaciones, haciendo que no osen traspasar los límites de
dicho sistema;
6) El miedo que
causan la represión del Estado y los cuerpos paramilitares de la oligarquía que
están siempre prontos a marginar y reprimir, hacer desaparecer o asesinar a los
que se atreven a ir demasiado lejos o no
se dejan comprar con dinero y prebendas;
7) El
reformismo[iv] y
la ideología social-demócrata, la izquierda, el progresismo y en general toda lucha que se hace por
reformas, tratando de resolver los problemas en el marco del sistema de
dominación sin sobrepasarlo;
8) La división
y rivalidades que existen entre organizaciones e iniciativas por financiamiento,
territorio y poder, lo que les impide unificar sus esfuerzos y constituir una
fuerza lo suficientemente potente como para contrarrestar al sistema y
construir otro.
Si se logra superar
estos obstáculos, la transformación de la sociedad no será solamente integral y
radical sino múltiple, multidimensional, multidireccional, ubicua y universal. Estará constituida por una multicadena de caminos, redes, organizaciones y
comunidades diversas a través del mundo, actuando de forma sinérgica en todas
las capas sociales de la población (excluyendo únicamente a las clases
dominantes y a los explotadores y manipuladores a su servicio), en todas las
profesiones (incluyendo artistas, científicos y técnicos de todo tipo) en todas
las organizaciones, en todos los sitios web y en todos los países. No es un
solo grupo de personas los que la llevarán a cabo sino una multitud de pueblos,
colectivos, organizaciones, comunidades y personas, cada uno con sus
actividades y formas de gobierno y funcionamiento autónomos pero, con los mismos valores, objetivos y
lineamientos de construcción del futuro. Sin recetas ni dogmas que uniformicen
las luchas y los trabajos pero con una sintonía y una sinergia teórico-conceptuales según las cuales, todos
los participantes trabajen y luchen coordinada y articuladamente por alcanzar
libertad, autonomía, justicia, etc., respetando la diversidad de cada uno y
haciendo uso de diferentes metodologías en la práctica. De manera que los valores, lineamientos y principios de la RI
sean omnipresentes en todo lugar en el que existan protestas, descontentos y
voluntad de construir un mundo mejor y se prolonguen en el tiempo y en el
espacio. La RI deberá llegar a ser un movimiento arrollador, consciente e
imparable, tal como las explosiones atómicas en las que la explosión de un átomo
desencadena una cadena infinita de pequeñas explosiones que se provocan las
unas a las otras, la RI (individual y colectiva) deberá expandirse y
multiplicarse lo más rápidamente posible con el fin de acabar con las guerras, la explotación y la destrucción
del ambiente tanto cultural como natural, al mismo tiempo que abre un rico
futuro a los jóvenes y niños. Ese es el reto.
1.4 Lineamientos y valores
principales
1.4.1 Lineamientos
a. No puede haber un cambio radical del sistema socio-económico capitalista
si no se impugna toda forma de Estado, en tanto que estructura de poder de las
clases dominantes, y sus instituciones nacionales e internacionales (incluyendo
las instituciones ideológicas como la escuela, las universidades, las iglesias,
los medios de comunicación, etc.), al mismo tiempo que se empieza a construir
un nuevo paradigma socio-económico basado en la autonomía individual y social,
el autogobierno, la solidaridad y el trabajo conjunto, sin explotación de los
seres humanos ni destrucción de la naturaleza;
b. No puede haber un cambio radical del sistema socio-económico
capitalista, si las personas, pueblos y comunidades no rompen conscientemente con
las ficciones que los encadenan y recuperan sus dimensiones espiritual y social:
el amor por la justicia, el respeto por todo ser vivo, por lo bello, lo bueno y
por la verdad, así como la solidaridad, el trabajo conjunto y generosidad
propios de su naturaleza ancestral;
c. No puede haber un cambio
radical de sistema socio-económico ni hacerse valer los Derechos humanos, que
son un engaño bajo las instituciones propias al sistema capitalista, si no salimos
integra y radicalmente de ese sistema, lo que implica la extinción no solamente
de los Estados-Nación sino que también de las instituciones nacionales e
internacionales, así como la creación y consolidación de entidades federadas de
gobierno del pueblo a nivel nacional e internacional;
d. No puede haber un cambio radical de sistema socio-económico ni
hacerse valer los Derechos humanos[v]
sin romper con las dicotomía y encasillamientos en los que el sistema
capitalista nos ha encajonado[vi],
impidiendo que tengamos una visión holística y sistémica de nuestra vida y de
nuestro mundo, es decir sin reintegrar:
i.
La realidad a la vida
cotidiana, desenmascarando las ficciones que nos apartan del camino de la
libertad y la autonomía;
ii.
El conjunto de dimensiones de
los seres humanos (físicas, espirituales, intelectuales, artísticas,
científicas, políticas, etc.), convirtiéndonos en personas multidimensionales;
iii.
A los seres humanos y a la
naturaleza como parte de un solo Universo en el que todos los elementos son
interdependientes;
iv.
A lo individual con lo social, lo colectivo y
lo comunitario;
v.
A la ciencia y a tecnología
modernos a la tradición y conocimientos tradicionales; utilizando las
tecnologías tradicionales, las tecnologías modernas y las tecnologías
apropiadas[vii]
según cada contexto y localidad, descartando las tecnologías, basadas en los
últimos avances de la ciencia, que sean inapropiadas para los pueblos y sus
territorios (como la agricultura industrial y la medicina alelopática) ;
vi.
A las mujeres y hombres,
ancianos, jóvenes y niños; A los diferentes pueblos y naciones a nivel
nacional e internacional. Pretender y luchar por que sean iguales bajo el
sistema capitalista es un engaño ya que la única forma en la que podrán ser
iguales en dignidad y respeto e igualmente libres en tanto que personas,
comunidades y pueblos es luchando y trabajando junto con los demás por socavar
dicho sistema y construir otro;
vii.
Al conocimiento y la técnica,
la tecnología y la ciencia, la teoría y la práctica, el trabajo manual y el
trabajo intelectual.
Tampoco podrá realizarse
ese cambio si no se entreprende una lucha contra la industria militar, contra
la guerra y contra toda forma de violencia (la que solamente podrá ser
utilizada en forma defensiva cuando sea estrictamente necesario) para
salvaguardar la integridad de las personas y de los pueblos. Sólo la unión y
organización del pueblo en torno a una estrategia de cambio integral y radical
podrá constituirse en una fuerza lo suficientemente solida y potente como para
terminar con ellas y construir la paz.
1.4.2
Todos estos lineamientos deberán basarse en los siguientes valores
Todos estos lineamientos deberán basarse en los siguientes valores
a)
Amor y respeto entre los seres
humanos, ellos y la Madre Tierra
b)
Libertad
c)
Equidad
d)
Abolición del trabajo
asalariado
e)
Distribución equitativa de las
riquezas y recursos
f)
Solidaridad y trabajo conjunto
g)
Fraternidad planetaria
(internacionalismo),
h)
Respeto de la diversidad
cultural y natural
i)
Autonomía
j)
Democracia inclusiva
k)
Autogestión, Autogobierno y
Autodefensa
l)
Poder popular
1.4.5 Nuevo
paradigma socio económico
La definición de
una estrategia de RI deberá contemplar la construcción y consolidación de una
economía comunitaria y una sociedad solidarias, basadas en:
a)- El respeto a la naturaleza y a los ecosistemas y
el manejo ambiental sostenible;
b) La propiedad comunitaria de los bienes de
producción;
c) Un sistema de producción comunitario basado en el trabajo conjunto, la
solidaridad y el apoyo mutuo, la confianza, el respeto y la satisfacción de las
necesidades sociales de toda la población;
d) La producción y tratamiento ecológicos de insumos, productos y
deshechos;
e) El intercambio solidario;
f) El consumo responsable;
g) La repartición equitativa del trabajo y de las riquezas creadas;
h) -La creación para todos de empleo en la producción y en servicios
sociales dignos;
i) La seguridad y bienestar social para todos;
j) Cajas de ahorro y crédito comunitario y bancas solidarias nacionales
e internacionales;
k) Sistemas generalizados de monedas no oficiales, no especulativas que
permitan el intercambio a diferentes niveles (local, nacional e internacional),
saliendo durante la etapa de transición del monopolio de las monedas oficiales.
Para afinar este punto será necesario distinguir entre el periodo de
transición en el que vivimos y la sociedad solidaria con la que soñamos a
mediano y largo plazo, según cada contexto particular.
1.4.6 ¿Cómo?
Trabajando con coherencia entre medios y fines, tanto individual como
colectivamente: Tenemos que estar muy conscientes de que el proceso de cambio integral
es una transición desde el sistema vigente hacia una nueva sociedad y una nueva
humanidad que no se hará de un día al otro sino en un proceso cuya duración
dependerá de nosotros mismos. El camino para ir de un lugar a otro es el aprendizaje
y los intercambios a todos los niveles que nos permitan compartir nuestras
experiencias para ir aprendiendo y definiendo a donde vamos a corto y mediano
plazo, partiendo del lugar en el que estamos hasta donde queremos llegar a
mediano y largo plazo. Hace falta, pues, que los medios para realizar esta transformación
estén en concordancia con los fines que anhelamos. Que nuestro discurso sea
coherente con nuestros pensamientos, discurso, actitudes y comportamientos
individuales y colectivos. Por otra parte, una RI tiene que ser sumamente
creativa y no centralizada por lo que, las formas de organización y el proceso
de consolidación de la RI no pueden sujetarse a reglas uniformes ni a nivel
nacional ni a nivel planetario, sino que tiene que ser decididas en asambleas autónomas
o consejos abiertos[viii] en las que todos tengan
el derecho a participar en la toma de decisiones, según el contexto geográfico/histórico
y cultural de cada comunidad y de cada pueblo.
1.4.7 Escalas de acción
Como lo señala Francisco Miguel Venes (2012), existen desde ya “diferentes
escalas de acción que tienen que construirse a partir de una diversidad de
actores y actrices en varios ámbitos sociales”, poniendo como ejemplo en el
Ecuador, el enfrentamiento directo o defensa del territorio (que es
criminalizado por el Estado y los intereses mineros (como pasa también en otros
países: Guatemala, México, Chile, etc.) o, saliendo del derecho constitucional,
la resistencia de múltiples movimientos a la injusticia y su lucha por la
autonomía.
1.5 ¿Quién, donde, cuando?
Existen desde ya focos de resistencia que nos muestran
la existencia de actores que están luchando desde ya por un cambio, como dice el Llamamiento internacional: “La
dominación intenta socavar la dignidad humana, que es en sí misma semilla de la
resistencia y de la construcción de otros mundos. Comunidades originarias,
pueblos indígenas, movimientos sociales y políticos autogestionarios y
colectivos resistentes en cada rincón del planeta continúan su larga batalla
para defender la tierra de la explotación, de la desarticulación de sus
culturas y de la humillación de sus gentes. Tanto en el campo como en la
ciudad, la dignidad nos dota de formas legítimas de autodefensa de los pueblos,
de los valores humanos y de la propia humanidad. Las movilizaciones se
multiplican allí donde resiste la dignidad: la insumisión y la desobediencia refuerzan
la no-colaboración con las estructuras dominantes (estados, instituciones y
empresas). Son focos de resistencia a la asimilación y plantan cara al poder.
Son inteligencia colectiva en emulsión, creación y garantía de que otros mundos
son necesarios y empiezan a hacerse realidad”.
Por lo que, una RI podrá
ser construida únicamente, a medida que dichos focos de resistencia se
consoliden y fortalezcan, a medida que cada uno de nosotros y nosotras, llegue
a ser más consciente y comprometido (rompiendo con todas las dicotomías y
encajonamientos), tome en mano su responsabilidad histórica y se convierta en
sujeto autónomo de cambio social, a medida que realicemos nuestra responsabilidad
social en la construcción del presente-futuro y del de los jóvenes y niños. La
RI está siendo construida por todas las personas y colectivos íntegros, conscientes
y comprometidos que, a diferentes niveles y en todas partes trabajan juntos
desde ya con los demás para consolidar la democracia inclusiva y el poder autónomo
de las organizaciones y de los pueblos, tomando las decisiones en asambleas,
sin jerarquías ni jefes que manden y decidan al margen de la voluntad popular[1].
1.6 Ética, espiritualidad y transformación individual
parte fundamental de la RI
La RI implica obligatoriamente no solamente el cambio
social-económico y cultural sino que también la recuperación de la dimensión
espiritual de los seres humanos, que bajo toda sociedad de dominación no son
más que objetos utilizados para el servicio de las elites “Bien que el cambio
buscaba desde fines de 1800 “no sólo derrocar el régimen económico basado en la
ruda explotación, la especulación y el fraude, sino también por agitar la
sociedad en la vida intelectual y moral por sacudir el estupor, rehacer las
costumbres, llevar al ambiente de pasiones viles y mezquinas del momento el
soplo vivificador de las nobles pasiones, de los grandes entusiasmos, de los
generosos ideales” (Kropotkin, 2001)
Entendiéndose por dimensión espiritual, la
capacidad ilimitada de amar tanto a la naturaleza como a otros seres humanos, a
la libertad, a la verdad, a la belleza, a la virtud, al bien y a lo bueno. Esto
significa, como dice FRM una revolución axiológica en la que los valores de
lucro y acumulación del sistema capitalista sean trastocados por valores que
exigen una profunda vida interior “Si en un sentido estricto la revolución que
hacer tiene como contenido la realización de la libertad igualitaria para todo
el cuerpo social, en lo axiológico ha de concebirse como la realización del
bien y la virtud. Los recursos espirituales tienen que ser su propósito y
también su fuerza motriz, pues su esencia es el despertar de las fuerzas del espíritu”
capaces, tal vez, de superar, desbordar y vencer a las fuerzas de la opresión,
si se fomentan lo suficiente” (FRM, 2015, págs. 315-16). Lo que no implica, de
ninguna manera una vida complentativa o monjil cortada del quehacer revolucionario,
sino al contrario, exige una coherencia absoluta entre lo que se dice y lo que
se hace, entre la dimensión espiritual y el actuar concreto de cada persona a
nivel individual y social, ya que, tenemos que estar consientes de que toda
espiritualidad cortada de una práctica revolucionaria y de una dimensión social
es una espiritualidad vacía de contenido, un cascarón repleto de discursos
vanos e incoherentes que no solamente no tendrán ninguna influencia sobre la
realidad ni sobre el cambio social, sino que, al contrario, serían ficciones o supercherías
que lo frenan y desvirtúan. “Es por ello que “el tema especifico
de la crisis psicològica y espiritual, de las personas y la humanidad, y su superación, es clave para la revolución integral.
Del mismo modo que hacemos critica al modelo económico y político y proponemos
alternativas estructurales, también hace falta pensar criticamente sobre
nuestra crisis como sujetos, llenos de individualismo, ego, competititividad,
la politica del ojo por ojo diente por diente... y su posible superación, a
traves de poner sobre la mesa nuevos valores y formas de hacer, critica y
autocritica, ejercicios de mejora y autotransformacion, una cosmovisión del
amor...no podemos caer en el politicismo y el economicismo y, no salirnos de
los paradigmas meramente estructuralistas sería un error” (Laia Vidal, comunicación personal 2016).
Esto es muy difícil
pues, la espiritualidad bajo el sistema actual se ha convertido, no solamente
en una mistificación manipuladora, sino también en una mercancía a la que se
compra y se vende, arriesgándose una persona honesta a caer en manos de
estafadores y charlatanes, pero es sumamente necesario plantear la necesidad de
reivindicarla como parte integral de una RI, ya que esta significa una
transformación global del individuo revolucionario que deberá cambiar
individualmente y en colectividad, imaginar, crear y consolidar una nueva
espiritualidad, traducirla en nuevas actitudes y comportamientos sociales, con
una nueva ética. Esto significa igualmente una lucha constante contra la
violencia, la manipulación y el dominio a todos los niveles (individual,
familiar, comunitario, regional e internacional), un cambio de actitudes y
comportamientos sociales masivos, de manera a crear un contrapoder
suficientemente potente que se oponga e impida la guerra, la destrucción y la violencia
en las que vivimos. Como dice Silo, “no se
habla de soluciones simplemente personales ya que éstas no existen, en un
mundo social e histórico es la acción hacia el mundo y hacia las otras
personas, desde luego la acción con sentido, la que permite salir hacia todas
las soluciones” (Silo, 2000 ).
1.7 Algunos
pasos concretos, fundamentales
Estos pasos, de ninguna
manera deben darse separados en el tiempo y en el espacio, sino que
paralelamente, como está pasando actualmente tendrán que darse simultáneamente
en muchos lugares, en todos los tiempos y a diferentes niveles cada vez con
mayor consciencia y compromiso de las personas y comunidades que los entreprenden.
Algunos los tendremos que dar todos individual y colectivamente, sin importar
el lugar en donde estemos, ya que es responsabilidad de cada persona consciente
prepararse del mejor modo posible para la realización exitosa de la RI y
comprometerse a participar en ella. Pero, hay otros pasos que tendrán que ser
tomados en el marco de una comunidad o colectivo particulares y no tendrán que
llevarse a cabo por todos, aunque todos estén indirectamente implicados en ellos,
sino que en función de las capacidades y limitaciones de cada uno, así como de
las exigencias de la RI en los diferentes contextos. Es, como para fabricar un
avión, cada constructor del futuro podrá especializarse en algo según sus
gustos, preferencias y posibilidades pero todos tendrán que tener mentalmente
la imagen global de cómo funciona y está organizado el sistema en su conjunto,
así como de la utilidad y forma de funcionamiento de cada elemento, las normas,
reglas y objetivos que se quieren alcanzar al fabricarlo. Aunque cada persona u
organización trabaje o luche en un aspecto particular del cambio social deberá
ser en sintonía con los demás y junto con los demás, trabajando en la forma más
eficiente, coordinada y articulada posible en la RI, que, como dijimos
anteriormente ya está en marcha.
Por otra parte, al
mismo tiempo que todos estos pasos se incentivan y consolidan, cada colectivo o
comunidad deberá, en el límite de sus posibilidades y limitaciones, crear un
ingreso mínimo (en dinero, en moneda no oficial o en forma de trueque,
intercambiando horas de trabajo contra mercancías u horas de trabajo contra
horas de trabajo, etc.) garantizado la sobrevivencia para todos aquellos que
participen a la construcción de la RI en la comunidad o colectivo. Una nueva
organización del trabajo debe empezar a ser estudiada e
implementada desde ya (cosas que algunos colectivos ya están haciendo),
poniendo en marcha poco a poco nuevas formas equitativas de organización del
trabajo (social, productivo, artístico,
científico, etc.) con tiempos y modalidades de trabajo y ocio decididos por
todos, la satisfacción de las necesidades esenciales aseguradas para todos y la puesta en marcha de múltiples
servicios sociales para todos también.
El
primer paso sería la auto
reconstrucción de las personas tanto a nivel individual que colectivo, de
manera a crear un alto nivel de conciencia y compromiso de manera a comenzar a
definir y consolidar una estrategia que nos sirva de instrumento para la
transformación integral de la sociedad : “Ganar la batalla de las ideas,
concentrada en lo más decisivo, es preparar la revolución. Así pues, hay varias
tareas: a) crear ideas revolucionarias, b) difundirlas, c) combatir a las ideas
reaccionarias con argumentos verdaderos, d) organizarnos para realizar las actividades precedentes. La experiencia ha mostrado que un factor
limitante clave es la calidad del sujeto: sin personas de valía no hay
revolución posible. En los últimos decenios
el par Estado-capital se ha concentrado en la destrucción planificada de la
persona para constituir una sociedad del conformismo total. Ha creado
seres nada, sujetos incapaces y embrutecidos, que sólo desean consumir más y
más, que llevan una existencia puramente zoológica o vegetativa, y que además
están orgullosos de ello. Sin regenerar a la persona no se puede avanzar.
Tenemos, en consecuencia, que prestar una atención decisiva al sujeto real, sin
dejarnos llevar al callejón sin salida de apostarlo todo a lo económico
(economicismo), o a lo político (politicismo), o a una mezcla de ambas. La
experiencia del último medio siglo es contundente: no hay avance en la lucha
contra el capital y el Estado a través de acciones meramente reformadoras. Ha
llegado el momento de establecer una estrategia de revolución integral, que se complemente con otra no menos sustantiva de autoconstrucción del
sujeto. Ha llegado, también, el momento de librar una lucha de ideas hasta el
fin contra el reformismo, el economicismo, la mentalidad de gueto, la
preocupación por lo pequeño y, en general, toda la ideología socialdemócrata,
se presente bajo las etiquetas que se presente. Tenemos, en la actual fase
histórica, una oportunidad muy fidedigna de destruir al capitalismo y eliminar
al Estado. No la desaprovechemos. En ese sentido los próximos 10 años serán
decisivos” (FRM, 2013).
El segundo paso (que ya se está llevando a cabo en forma incipiente, sería la
consolidación de las redes de alianzas que ya existen y la creación de nuevas redes
a todos los niveles (local, regional, nacional e internacional). ¿Cómo podemos
desarrollar una red internacional? Se tienen
que compartir y después coordinar y articular las diferentes experiencias
nacionales y locales sin compartimentalizarlas ni fragmentarlas sino enmarcándolas
en el marco global de una transformación social integral o RI. ¿Cómo
podemos desarrollar redes a nivel local? Tratando de involucrar a las personas
y colectivos que trabajan y luchan en diferentes temas, mostrándoles como
dichos temas están interconectados y forman parte de un mismo sistema, que es
al que hay que derrocar uniéndonos en una estrategia común, mostrándoles que
para lograr sus objetivos tienen que relacionarlos con los objetivos de todos y
trabajar en armonía con todos, creando
espacios de discusión y debate sobre esta interconexión y las estrategias de
lucha conjunta que pueden surgir a diferentes niveles. Solamente una práctica
de cambio radical acompañada por una teoría y objetivos claros pueden mostrarnos la
forma en la que nuestras ideas libertarias se pueden traducir en las
actividades cotidianas, a diferentes niveles, creando al mismo tiempo redes
locales multidimensionales, relacionadas también con otras redes nacionales e
internacionales de manera a ir tejiendo la estrategia en todos los niveles.
El tercero, el desarrollo de tecnologías y medios de comunicación, información,
reflexión y debate que se pongan al servicio de la RI, eliminando poco a poco
la dominación, los controles, la mediocridad y vulgaridad de los medios de
comunicación que actualmente utilizan dichas tecnologías para manipular a las
“masas”. Se necesitaran científicos, técnicos e ingenieros identificados con la
RI en todos los campos (medicina, agricultura, educación, etc.) capaces de: 1) transformar
las tecnologías actuales que se desarrollan en torno al dinero, al poder y la
acumulación de capitales en tecnologías apropiadas al servicio de la población;
2) crear tecnologías apropiadas para cada situación; 3) enseñar y transferir
dichas nuevas tecnologías en las escuelas de la RI (desde párvulos a la
universidad) de manera que el monopolio de la ciencia y tecnología que existe
actualmente no se reproduzca y el mayor número de personas de todas las edades
los dominen y puedan utilizarlos.
El cuarto, que ya ha comenzado también, la creación y consolidación de
entidades de gobierno y administración en los diferentes colectivos y redes, que
decidan sus propias normas y leyes;
El quinto, una campaña a todos los niveles, contra la guerra y la represión en
forma de atraer y congregar al mayor
número de personas y organizaciones que están contra la guerra, consumiendo el
mínimo, organizándose boicots contra las empresas transnacionales que la
financian y estableciéndose un contra poder del pueblo con el
fin de desmontar el aparato policíaco y militar en todas partes del mundo, ya
sea convenciendo a policías y soldados de confraternizar en torno a la RI, ya sea
creando una fuerza unida lo suficientemente solida como para influir en la
balanza política nacional y mundial, impidiendo que la represión y la guerra continúen.
HAY QUE
SEGUIR ABRIENDO GRIETAS EN TODOS LOS MUROS PARA IR CONSTRUYENDO NUEVOS CAMINOS
[1] Una democracia inclusiva en la que se
utilice una concepción multidimensional (política, económica, social) que tenga
como objetivo la distribución igualitaria del poder en todos esos campos, así
como la reintegración de la sociedad y la naturaleza (Fotopoulos, Takis, 2005).
[i] El índice de eficacia
se mide según una alternativa nos acerque o aleje de la construcción de un
nuevo mundo y el socavamiento del actual
[ii] Esta
posición no niega de ninguna manera la violencia burguesa que cotidianamente se
ejerce sobre la mayoría de la población sino que se basa en: 1) La aspiración
de los pueblos no es la violencia ni la guerra sino la paz, mismo si en algunas
ocasiones y según el contexto éstos se vean obligados a utilizar la violencia
para defenderse; 2) La correlación de
fuerzas militar e ideológica actual generalmente favorece a los opresores y es
un crimen exponer a las poblaciones y personas en estas condiciones.
[iii] Lo
que se verifica cuando vemos que la falta de este proyecto y estrategia
unificadores muestran a estas iniciativas como completamente ineficaces. En vez
de construir una RI fortalecen al sistema vigente ya que la mente de las personas
que participan en ellos (tanto autoridades como comunidades) continúan a estar
domesticadas y encadenadas al dinero, al prestigio y el poder y a la
institucionalidad burguesa que les dan ciertos privilegios sobre la mayoría de
la población.
[iv] los
Concejos Abiertos según Daniel, Boyano Sotillo (2016) “son en España verdaderos
ejemplos de democracia real participativa, son escuelas políticas de base auto
gestionadas por la vecindad, donde la mujer tenía derecho a voto varios siglos
antes de que el Estado Español y otros estados lo permitieran. Las decisiones
más importantes sobre sus bienes vitales (montes, agua, caminos...) se tomaban
oyendo la voz de toda la vecindad sin excepción”. Las asambleas también existen
en las comunidades indígenas de Latinoamérica, siendo ejemplo de democracia
directa e inclusiva, que no es tomada en cuenta por los Estados, incluyendo los
que se llaman progresistas, cuando éstas se oponen a las hidroeléctricas, la
explotación petrolera u otros proyectos que las despojan de sus territorios
[v] “creo
que el verdadero problema de los Derechos Humanos es que históricamente han
sido usados para colonizar otras
regiones del mundo. Existen actualmente mares y mares de documentos que muestran como
los derechos humanos han sido utilizados como instrumento de dominación y de
opresión y que, en consecuencia no han tenido para nada la eficacia liberadora
que se les atribuye, porque nacieron al interior de un contexto determinado y
son hijos de una historia determinada. La globalización, en particular, ha
puesto en evidencia el aspecto del universalismo jurídico que consiste en la
neutralización de la instancia democrática, y resuelve las relaciones entre el
poder y el individuo solamente con medios jurisdiccionales” (Barcellona,
Pietro, 2001).
[vi] Este
encajonamiento y dicotomía de cada tema social, económico, cultural y político
es el que favorece el fraccionamiento y especialización de cada movimiento y ONG en múltiples temas diversos, aislados
los unos de los otros, incapacitándolos para analizar los diferentes problemas
como parte de un todo en el que todos los elementos están interconectados, de
manera que avanzan únicamente soluciones parciales e incluso se oponen a un
cambio radical del sistema global
[vii] Es
innegable que la “Tecnología apropiada” en la actualidad es un término bastante
popularizado y novedoso, su difusión se inicia en la segunda mitad de la década
de los sesenta de manera incipiente. Probablemente la diferencia de la
Tecnología Apropiada como corriente actual con la que desde siempre el hombre
ha practicado, estriba en su carácter sistemático, el que se inspira en una
convicción y, por tanto, se trata de promover su difusión a esferas donde ya no
nace de manera espontánea. Otro rasgo
distintivo de la Tecnología Apropiada de estos últimos años, es que para muchos
consiste en partir, sí, de las tecnologías autóctonas pero para mejorarlas,
haciéndolas más eficientes y/o productivas. Más aún, para otro grupo de
tecnólogos se trata de llenar el vacío de conocimiento que existe entre esas
mismas tecnologías autóctonas y las altamente mecanizadas, hasta encontrar
puntos medios… lo apropiado o adecuado dice relación con la disponibilidad de
recursos y el volumen de la demanda sobre la producción… Lo que queremos dejar
claro es que toda tecnología está determinada por el sistema productivo, la
propiedad de los medios de producción y
las relaciones sociales que la rigen. A su vez, toda tecnología y por tanto, todo
sistema económico funcionan sobre determinado proyecto político. (Salinas, Amezcua, Bertha, 1978).
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Trainer “The Transition to a Sustainable and Just World” (2010)