lunes, 17 de abril de 2017

Una revolución integral (RI) o transformación social integral

Ileana Valenzuela
El Remate, Flores, Petén, Guatemala
9 de abril 2017

Considero una Revolución integral o transformación integral y radical de la sociedad como el único camino eficaz[i] que se nos presenta actualmente, ya que no se refiere a la transformación de uno solo de los elementos del sistema sino al sistema en su conjunto y al conjunto de interrelaciones entre todos sus elementos, el tipo de energía y de tecnología que utiliza y sus objetivos y valores sociales, lo individual y lo colectivo. La crisis multidimensional planetaria requiere una respuesta integral que sitúe al ser humano en el centro relacionándolo con todas sus dimensiones: espiritual, socio-económica (lo que implica la tecnología con la que los seres humanos se relacionan con la naturaleza), cultural y ambiental. Una revolución integral que ya está en marcha, mostrando que un nuevo paradigma socio-económico y cultural está naciendo al interior mismo del sistema capitalista en su fase corporación-nación. Hasta ahora, las llamadas revoluciones han sido momentos históricos, en los que la suma de pequeños cambios en el sistema de dominación durante muchos años se manifiesta abiertamente en un corto periodo de tiempo, generalmente por medio de la violencia, como un cambio en todos los aspectos de la vida social, incluyendo las formas de Estado, de gobierno, de sistema socio-económico, de las formas de organización, los valores y comportamientos sociales. Sin embargo, en retrospectiva, no podemos considerar a las revoluciones burguesas del pasado como integrales ni tampoco como radicales pues, aunque han derrocado la dominación y el poder de una minoría de la población sobre la mayoría y trastocado completamente la sociedad, los modelos socio-culturales, económicos y las ideologías en las que se sustentan promueven nuevamente la dominación, la explotación, la destrucción y la muerte; Una clase dominante ha substituido a las otras, el sistema económico social continúa procurando riquezas a unos pocos mientras que la mayoría de la población vive en la pobreza y la naturaleza se deteriora cada vez más; La explotación y la esclavitud continúan en forma cada vez más execrable, lo que remete en cuestión la manera como la historia nos ha sido contada hasta ahora es decir, la ficción según la cual se nos ha querido hacer creer que las revoluciones forman parte de un proceso ascendente de menos civilización, modernización y progreso a más civilización, modernización y progreso.
Esto nos lleva a redefinir los conceptos de progreso, modernización y desarrollo, así como el concepto de revolución, lo que implica el cambio de nuestra perspectiva en la manera de realizarla. Es decir, tenemos que situar la dinámica del cambio social en el contexto socio-económico actual, constatar que ni militar ni ideológicamente existe una correlación de fuerzas favorable al cambio de paradigma socio-económico actual y, saliendo de los caminos trillados, redefinir el concepto, la teoría y la praxis de la revolución que queremos: Primero dejando las ficciones y  las mistificaciones que nos hacen creer que está únicamente puede llevarse a cabo por medio del sufragio universal o en forma violenta en un enfrentamiento entre las clases dominantes y la población dominada. Ya que, si bien la violencia y a la institucionalidad burguesa (elecciones, leyes, etc.) pueden llegar a ser instrumentos, en un contexto determinado, para la consecución de nuestros objetivos no podemos considerarlos, de ninguna manera como un objetivo en sí mismos, el objetivo de la revolución integral es la paz; Segundo construyendo la correlación de fuerzas necesaria para realizar un cambio social integral.
Esta transformación social integral, que se vislumbra como la única alternativa radical que puede sacarnos de la situación caótica en la que nos encontramos, no solamente podrá ser no violenta (como la caída de la URSS y del muro de Berlín) sino que podrá incluir en sus filas a personas y grupos que no necesariamente sean obreros o campesinos pero ideológica y pragmáticamente luchen y trabajen junto con ellos por su libertad y autonomía, contra todo tipo de explotación del trabajo humano y destrucción o degradación de la naturaleza. No solamente tendrá que fortalecer y consolidar los cambios incipientes precursores de otra sociedad que se están dando a nivel mundial, sino que tendrá también que terminar con la dominación, con las jerarquías y con la división de la sociedad en clases dominantes y clases oprimidas y explotadas, tendrá que acabar con la explotación y con la esclavitud y extirpar de raíz la idea de que son el progreso tecnológico, la modernidad, el desarrollo y el crecimiento económico los medios que le permitirán alcanzar sus objetivos libertarios.
Esto será únicamente posible por medio de una multitud de acciones de cambio que existen actualmente que ya se están manifestando como la suma de múltiples pasos que se han ido acumulando durante cientos de años y en este momento se hacen visibles, mostrando los cimientos de otra sociedad, que de manera incipiente se están formando al interior de la sociedad actual. La sumatoria de acciones revolucionarias, individuales y colectivas, violentas y no violentas, que se están llevando a cabo en la actualidad de manera a veces inconsciente y unas pocas veces con una amplia consciencia y compromiso, constituyen el germen de una revolución integral que ya está en marcha y que, para constituirse realmente en alternativa histórica al sistema actual tendrá que llevarse a cabo en forma consciente, comprometida y radical. Mi convicción es que vivimos una época pre-revolucionaria en la que si logramos que todas esas iniciativas se lleven a cabo en forma informada, consciente y comprometida, se organicen formando redes y se unan a todos los niveles, se logrará constituir una correlación de fuerzas suficiente como para socavar la explotación, opresión y destrucción. Al mismo tiempo que se vaya construyendo una nueva sociedad que no solamente substituya una clase dominante por otra, ni unas instituciones por otras, ni una forma de explotación/opresión por otra con cambios cosméticos sino, que termine con todo tipo de Estado y sus instituciones en tanto que estructuras de poder, se libere a las personas de toda explotación y opresión y se cese de degradar y destruir a la Madre Tierra; Una nueva sociedad en la que todos trabajen juntos, sin jerarquías, sin propiedad privada (ni estatal) sobre los medios de producción y con nuevas entidades de gobierno y administración del pueblo, una gran convivencia amor y amistad.

Solamente la consolidación consciente de esa transformación social integral que se está llevando a cabo desde ya, tanto a nivel individual como colectivo, permitirá encontrar soluciones que en forma coordenada y articulada nos vayan sacando del caos en el que vivimos, a todos los niveles (local, nacional e internacional). Como dice, Félix, Rodrigo Mora (2013) “La revolución ha de ser integral, y no sólo social, porque en ella se ha de efectuar un cambio total, que altere no sólo la naturaleza de la sociedad en el terreno político  económico sino en todas las facetas de la existencia, creando un orden de cosas completamente nuevo, aunque apoyado en lo mejor y más valioso del mundo tradicional popular, unificando tradición y revolución”. Esta Revolución integral, deberá ser, en la medida de lo posible, no violenta, socavar al Estado-nación y a todas las instituciones burguesas, suplantándolos por entidades de gobierno del pueblo y por comités de ejecución no jerárquicos que se ocupen de los problemas sociales, ambientales y culturales. Lo que implica “la abolición de la concentración institucional del poder en manos de varias elites” (Fotopulos, Takis, 2005)

1.1 ¿ Que es una transformación social integral?
Es un cambio o transformación integral, radical y sistémico en construcción, tanto a nivel individual como social. Es un cambio que ya está en marcha, yendo a las raíces de la explotación/destrucción en forma radical pero, requiere expandirse, multiplicarse y elaborar una estrategia con un marco teórico conceptual en el que se establezcan sus principios, lineamientos metodológicos y teóricos, no para atarse a ellos de forma dogmática sino que, al contrario, para dar a cada colectivo, comunidad y a cada pueblo instrumentos que le permitan participar a la revolución coordinada y articuladamente, compartiendo con los demás para construir en forma completamente libre, autónoma, convivial y diversa  la nueva sociedad que se vislumbra en el futuro y  ha comenzado a nacer. La RI ya está en marcha, no es otra de las tantas ficciones con las que se nos ha manipulado y desviado de nuestros objetivos de libertad, buen vivir y autonomía sino que parte de la realidad concreta a la que se está tratando de transformar, con muchas dificultades y se traduce en actividades concretas a todos los niveles y en todas las dimensiones de la realidad. A pesar de todos los obstáculos que el sistema actual genera para impedir que se consolide, sigue caminando, tiene su base en miles de luchas, iniciativas y proyectos que, con diferentes niveles de conciencia y compromiso, representan la transferencia del capitalismo hacía un sistema radicalmente diferente, aunque, sin todavía romper completamente con la lógica del primero, se salen tangencialmente de esta lógica y empiezan a darse valores, comportamientos y objetivos que ya no corresponden a la lógica del poder, de la acumulación de capitales y del dinero. En América Latina, como dice Arturo Esteva (2016): “una fuerza teórico-política comienza a recorrer Abya Yala/Afro/Latino-América de forma sostenida, contra viento y marea y a pesar de sus altibajos. Surge de la activación política de la existencia colectiva y relacional de una gran variedad de grupos subalternos –indígenas y afrodescendientes, campesinos, pobladores de los territorios urbanos populares, jóvenes, mujeres solidarias. Es la ola creada por los condenados de la tierra en defensa de sus territorios ante la avalancha del capital global neoliberal y la modernidad individualista y consumista. Se le ve en acción en tantas movilizaciones de las últimas dos décadas, en encuentros inter-epistémicos, en mingas de pensamiento, cumbres de los pueblos, y en convergencias de todo tipo donde los protagonistas centrales son los conocimientos de las comunidades y los pueblos que resisten desde las lógicas de vida de sus propios mundos. Involucra a todos aquellos que se defienden del desarrollo extractivita porque saben muy bien que “para que el desarrollo entre, tiene que salir la gente”, como con frecuencia lo manifiestan las lideresas y líderes Afrocolombian@s que experimentan el desplazamiento de sus territorios bajo las presiones del llamado progreso”.
La mayoría de estas iniciativas, sin embargo, tiene un carácter reformista, mismo si pretenden oponerse a que el capitalismo y su cultura de destrucción y muerte se sigan expandiendo, son paliativos o alternativas parciales, cosméticas y carecen de una visión sistémica y global del cambio social, lo que les impide luchar y trabajar en forma unida. Las luchas y esfuerzos se fraccionan, actúan en forma aislada los unos de los otros y no llegan a constituir una fuerza lo suficientemente potente como para derrocar al sistema capitalista y construir otro. Por lo que es necesario trabajar por que el mayor número de personas, comunidades y colectivos tomen conciencia, se unan, comprometan y lleguen a formar parte de la RI, creando sinergias y comprendiendo las interrelaciones que existen entre ellas, luchando contra las divisiones y rivalidades que, al contrario, mantienen a las personas, comunidades y colectivos divididos, aislados y sujetos al sistema al que siguen reproduciendo.
1.2 Características de una transformación social integral

No es obligatoriamente un enfrentamiento armado entre clases sino que es una lucha integral y radical contra la dominación y por la paz, que puede utilizar la violencia pero no como objetivo sino como  instrumento en un contexto determinado, promoviendo la toma de conciencia y el compromiso de todas las personas y organizaciones que participan en ella, llevando a cabo cambios revolucionarios individuales y colectivos, cotidianamente en cada acción o actividad consciente y comprometida en la que participan: “El proyecto de revolución social necesita algo más que el voto, algo más que la confianza pasiva de los electores, algo más que una elite ilustrada: Necesita procesos de toma de conciencia de las multitudes explotadas, procesos de conformación colectiva de un nuevo sujeto consciente de sí mismo y de las ataduras y posibilidades de su ser social en el marco de la actual estructura de clases, así como de sus potencialidades para trascenderla y superarla aboliéndola. Esa es la gran maldición y al mismo tiempo la gran posibilidad del proyecto revolucionario. Nadie lo va a implementar por nosotros. Luego nosotros y nosotras (las grandes masas de explotados y oprimidos) debemos ser capaces de conquistar una conciencia acrecentada, hecha de experiencia práctica tanto como de reflexión teórica. Así, la acción transformadora no puede más que ser una acción pedagógica de masas”, (Carretero, Miramar, José Luis, 2015). La RI promoverá la no violencia, sus armas serán prioritariamente ideológicas y buscara en lo concreto debilitar al sistema en sus puntos más débiles, como el consumo. Ya que como dice Ted Trainer: “El capitalismo no puede sobrevivir si la gente deja de comprar, consumir y gastar a un ritmo acelerado. Nuestro propósito es ir construyendo gradualmente las prácticas y sistemas alternativos que permitan a cada vez más gente salirse del mainstream (de la corriente principal), abandonar la sociedad de consumo, y asegurarse cada vez una parte mayor de sus necesidades materiales y sociales a partir de esos sistemas y fuentes alternativos que surjan de sus barrios y pueblos. Esta revolución, no hay duda, trata de la muerte del capitalismo; no obstante puede ser una revolución de tipo pacífico y no-violento, por la cual se vayan desarrollando poco a poco dentro de los viejos sistemas otros nuevos sistemas locales, de pequeña escala y participativos que los reemplacen…  Nuestra tarea crucial es conseguir montar los sistemas alternativos y llevarlos lo suficientemente bien en el tiempo que nos queda, de tal modo que la gente pueda ver que hay estupendas alternativas, y se acerque para unirse a nosotros… Los que estamos en el movimiento alternativo debemos en consecuencia laborar todo lo intensamente que podamos para conseguir tener la alternativa lista y funcionando para que pueda ser vista como un bote salvavidas” (Trainer, Ted, 2014)[ii].

Además, la transformación social integral deberá ser multidimensional, ubicua, horizontal y desempoderadora: “Frente al Poder nos decantamos por el desempoderamiento, que resitúa el campo de juego social, deja el campo de batalla por el poder y se centra en la vida: ¡vamos a vivir nuestra vida colectiva ya! Sin esperar a derrotar nada, sin esperar al mesías, sin luchar por colocarnos mejor en una sociedad que no nos gusta. Vamos a construir nuestra vida desde ya y cada día... El desempoderamiento no es màs que hacer una dejación de poder (hacia l@s de abajo y en armonía con el entorno social y natural) que propicie una construcción colectiva… La nueva situación que provoca la dejación de poder en un primer momento viene marcada por la confusión y el caos creativo que dan lugar inmediatamente a horizontalidades incipientes y a un proceso de invisibilización que impide la conduit del Poder, que no encuentra un hacer que conducir, sino un magma de sentires, pensares y haceres entretejidos y que no parecen moverse hacia ningún sitio. Esa negación del Progreso (ir hacia) y esa afirmación del vivir ahora (del estar) parecen ser barreras efectivas contra la Conduit, que necesita de metas, objetivos, protocolos, métodos, tanto para aprender de lo nuestro como para llevarnos en su dirección. Estas nuevas horizontalidades incipientes son generadoras de una nueva oleada de culturas populares que vuelven a recuperar una cosmovisión holística, en donde además de lo cultural se vuelve a incorporar lo económico y lo social. Están renovando esas culturas populares que en el capitalismo han ido perdiendo esa integralidad lo que ha facilitado su sustitución, en amplias capas de la población, por la cultura de las masas; con su consiguiente pérdida de fuerza y alternativa. Aunque nunca fueron aniquiladas, las culturas populares han sido en realidad un refugio efectivo frente la globalización, lo que al mismo tiempo ha servido de colchón para facilitar el surgimiento de esta nueva oleada en forma de espiral. Pero es justo la aurora del nuevo siglo y la posterior crisis las que sirven de parteras a estas nuevas cosmovisiones que originan nuevas mediaciones deseadas que repiensan, rehacen, resienten el Poder para quitarle peso dentro de nuestra vida personal y comunitaria. Algunas de esas nuevas mediaciones son las que, al formar una constelación dibujan lo que llamamos desempoderamiento. (Encina Javier y Ma Angeles Avila, 2015)

Ruptura con la democracia burguesa y sus instituciones (Estado-nación, parlamento, sufragio universal, etc.) y creación de entidades autónomas de gobierno y administración del pueblo. Ya que las luchas de la izquierda ya sean violentas o electorales se caracterizan por su carácter reformista, así como las numerosas iniciativas sociales se sitúan todas en el marco de la institucionalidad burguesa y no salen de ella. Los gobiernos progresistas, por ejemplo, que nacen de procesos democráticos con una elevada participación popular, ya sea institucional o no institucional  “no exigen sacrificios a las mayorías en nombre de un futuro glorioso, sino que tratan, por el contrario, de transformar el presente de quienes nunca tuvieron acceso a un futuro mejor” (Boaventura de Sousa Santos, 2014). Hay que recordar que la universidad, como la escuela, las iglesias y los medias de comunicación son también instituciones del Estado que ejercen el poder ideológico de las clases dominante, por lo que, en general, las personas y gobiernos que pertenecen a dicha estructura muy difícilmente van a hablar y trabajar por la disolución del Estado capitalista y la construcción de entidades de gobierno y administración populares. Estamos en un periodo de transición histórica entre el capitalismo caducado (pero todavía con suficiente fuerza y poder como para acabar con la humanidad entera) y una nueva sociedad, un nuevo mundo y una nueva vida (con toda la fragilidad del recién-nacido) que son los que hay que imaginar, reinventar y construir, si queremos superar la situación actual. Para eso el pueblo tiene que ir más allá y sobrepasar tanto en forma teórico-conceptual como en la praxis los gobiernos como él de Correa, Evo, etc.

La RI no es un discurso abstracto ni una nueva mistificación sino una realidad concreta basada “en las luchas y trabajo de la población, el apoyo mutuo y la solidaridad, la confianza, el respeto, la fraternidad y, en general, en el amor entre los seres humanos” (Llamamiento internacional BRI). Es un cambio social subterráneo, tanto individual como colectivo, en el que la lógica, objetivos y valores del sistema capitalista se derrocan, trabajando silenciosa y discretamente como las termitas para implementar una nueva vida, una nueva sociedad y un nuevo mundo.

No es un cambio reformista ni parcial, o sea que rompe con el Estado y sus instituciones para terminar en forma radical con la propiedad privada de los medios de producción, la monopolización de los recursos y las riquezas acaparados por las elites nacionales e internacionales, con la explotación del trabajo y con la destrucción de la naturaleza, al mismo tiempo que los pueblos construyen nuevos objetivos y comportamientos sociales, una nueva sociedad y un nuevo mundo.

No es un movimiento político jerarquizado formado por partidos ni una organización unificada con un programa mistificador sino que tiende a ser la constitución en fuerza de cambio de miles de movimientos e iniciativas descentralizados que actúan en forma descentralizada y autónoma a nivel nacional e internacional con los mismos lineamientos, valores y objetivos sociales, dándose sus propias reglas, planificando y realizando sus propios objetivos (en el marco de los lineamientos y valores de la RI) y basándose en la auto organización, autodeterminación y asambleas populares soberanas (Llamamiento internacional ).

1.3 Obstáculos que se presentan

Podemos citar los siguientes obstáculos que impiden  actualmente que las iniciativas tengan un carácter revolucionario radical:
1)    No hay un nivel de conciencia lo suficientemente alto como para que una gran parte de la población comprenda la forma en la que funciona el sistema socio-económico actual, ni de que todas las condiciones están dadas para socavarlo y comenzar a construir otro. Tampoco se comprende la urgente necesidad de que todas las personas, comunidades y organizaciones nos unamos para cambiarlo si queremos que otro mundo sea posible y la especie humana subsista;
2)    En consecuencia, tampoco existe  una estrategia global que incluya los diferentes niveles (local, nacional e internacional) y una en forma coherente y articulada a las iniciativas y proyectos que están en marcha, ya que, como dice Fotopoulos (2005) las iniciativas y movimientos “son y serán muy importantes en la RI únicamente si se llevan a cabo como parte integral de un proyecto político con estrategias, medios y objetivos claramente anti sistémicos… en caso contrario “no tienen ningún potencial de convertirse en un movimiento masivo y nunca perderán su carácter de estilo de vida, siendo en el proceso fácilmente marginadas o integradas en el sistema” (Fotopoulos, Takis, 2005)[iii].
3)    La incapacidad de analizar los problemas en una forma holística y sistémica, que muestre como cada problema forma parte integrante de un sistema socio-económico, cultural y espiritual global, la forma en la que los diferentes problemas se interrelacionan los unos con los otros; la imposibilidad de resolver dichos problemas en el marco del sistema capitalista y la necesidad absoluta de llevar a cabo una revolución integral en la que participe el mayor número de personas y organizaciones, para llegar a resolverlos en forma conjunta;
4)    La falta de conciencia de la mayoría de las personas y organizaciones que participan en dichas iniciativas, ignorando que forman parte fundamental del cambio global en marcha actualmente,  que están contribuyendo a construir otro mundo, que su contribución al cambio es indispensable y tienen una gran valía y responsabilidad históricas y, de que, si realmente quieren un cambio que salga del sistema capitalista actual que vaya más allá del discurso, deberán ir a las raíces del sistema, derrocando al Estado-nación y luchando contra la propiedad privada de los medios de producción, el trabajo asalariado, la guerra, toda forma de dominio de un ser humano sobre otro y la degradación y destrucción de la naturaleza;
5)     La cooptación por medio de salarios y  prebendas (poder, viajes, puestos en el gobierno, embajadas y ONG, etc.), con los que son pagados algunas  autoridades, líderes y técnicos, creándose una elite nacional e internacional cuyo interés es que el sistema se siga reproduciendo, ya que está atada por el dinero y los intereses políticos, fuertes cadenas que esclavizan a las personas y organizaciones, haciendo que no osen traspasar los límites de dicho sistema;
6)    El miedo que causan la represión del Estado y los cuerpos paramilitares de la oligarquía que están siempre prontos a marginar y reprimir, hacer desaparecer o asesinar a los  que se atreven a ir demasiado lejos o no se dejan comprar con dinero y prebendas;
7)    El reformismo[iv] y la ideología social-demócrata, la izquierda, el progresismo  y en general toda lucha que se hace por reformas, tratando de resolver los problemas en el marco del sistema de dominación sin sobrepasarlo;
8)    La división y rivalidades que existen entre organizaciones e iniciativas por financiamiento, territorio y poder, lo que les impide unificar sus esfuerzos y constituir una fuerza lo suficientemente potente como para contrarrestar al sistema y construir otro.
Si se logra superar estos obstáculos, la transformación de la sociedad no será solamente integral y radical sino múltiple, multidimensional, multidireccional, ubicua y universal.  Estará constituida por una multicadena  de caminos, redes, organizaciones y comunidades diversas a través del mundo, actuando de forma sinérgica en todas las capas sociales de la población (excluyendo únicamente a las clases dominantes y a los explotadores y manipuladores a su servicio), en todas las profesiones (incluyendo artistas, científicos y técnicos de todo tipo) en todas las organizaciones, en todos los sitios web y en todos los países. No es un solo grupo de personas los que la llevarán a cabo sino una multitud de pueblos, colectivos, organizaciones, comunidades y personas, cada uno con sus actividades y formas de gobierno y funcionamiento autónomos  pero, con los mismos valores, objetivos y lineamientos de construcción del futuro. Sin recetas ni dogmas que uniformicen las luchas y los trabajos pero con una sintonía y una sinergia  teórico-conceptuales según las cuales, todos los participantes trabajen y luchen coordinada y articuladamente por alcanzar libertad, autonomía, justicia, etc., respetando la diversidad de cada uno y haciendo uso de diferentes metodologías en la práctica. De manera que los valores, lineamientos y principios de la RI sean omnipresentes en todo lugar en el que existan protestas, descontentos y voluntad de construir un mundo mejor y se prolonguen en el tiempo y en el espacio. La RI deberá llegar a ser un movimiento arrollador, consciente e imparable, tal como las explosiones atómicas en las que la explosión de un átomo desencadena una cadena infinita de pequeñas explosiones que se provocan las unas a las otras, la RI (individual y colectiva) deberá expandirse y multiplicarse lo más rápidamente posible con el fin de acabar con  las guerras, la explotación y la destrucción del ambiente tanto cultural como natural, al mismo tiempo que abre un rico futuro a los jóvenes y niños. Ese es el reto.

1.4 Lineamientos y valores principales

1.4.1 Lineamientos

a.       No puede haber un cambio radical del sistema socio-económico capitalista si no se impugna toda forma de Estado, en tanto que estructura de poder de las clases dominantes, y sus instituciones nacionales e internacionales (incluyendo las instituciones ideológicas como la escuela, las universidades, las iglesias, los medios de comunicación, etc.), al mismo tiempo que se empieza a construir un nuevo paradigma socio-económico basado en la autonomía individual y social, el autogobierno, la solidaridad y el trabajo conjunto, sin explotación de los seres humanos ni destrucción de la naturaleza;
b.      No puede haber un cambio radical del sistema socio-económico capitalista, si las personas, pueblos y comunidades no rompen conscientemente con las ficciones que los encadenan y recuperan sus dimensiones espiritual y social: el amor por la justicia, el respeto por todo ser vivo, por lo bello, lo bueno y por la verdad, así como la solidaridad, el trabajo conjunto y generosidad propios de su naturaleza ancestral;
c.        No puede haber un cambio radical de sistema socio-económico ni hacerse valer los Derechos humanos, que son un engaño bajo las instituciones propias al sistema capitalista, si no salimos integra y radicalmente de ese sistema, lo que implica la extinción no solamente de los Estados-Nación sino que también de las instituciones nacionales e internacionales, así como la creación y consolidación de entidades federadas de gobierno del pueblo a nivel nacional e internacional;
d.      No puede haber un cambio radical de sistema socio-económico ni hacerse valer los Derechos humanos[v] sin romper con las dicotomía y encasillamientos en los que el sistema capitalista nos ha encajonado[vi], impidiendo que tengamos una visión holística y sistémica de nuestra vida y de nuestro mundo, es decir sin reintegrar:
                                                               i.      La realidad a la vida cotidiana, desenmascarando las ficciones que nos apartan del camino de la libertad y la autonomía;
                                            ii.      El conjunto de dimensiones de los seres humanos (físicas, espirituales, intelectuales, artísticas, científicas, políticas, etc.), convirtiéndonos en personas multidimensionales;
                                                           iii.      A los seres humanos y a la naturaleza como parte de un solo Universo en el que todos los elementos son interdependientes;
                                                           iv.       A lo individual con lo social, lo colectivo y lo comunitario;
                                                             v.      A la ciencia y a tecnología modernos a la tradición y conocimientos tradicionales; utilizando las tecnologías tradicionales, las tecnologías modernas y las tecnologías apropiadas[vii] según cada contexto y localidad, descartando las tecnologías, basadas en los últimos avances de la ciencia, que sean inapropiadas para los pueblos y sus territorios (como la agricultura industrial y la medicina alelopática) ;
                                                           vi.      A las mujeres y hombres, ancianos, jóvenes y niños; A los diferentes pueblos y naciones a nivel nacional e internacional. Pretender y luchar por que sean iguales bajo el sistema capitalista es un engaño ya que la única forma en la que podrán ser iguales en dignidad y respeto e igualmente libres en tanto que personas, comunidades y pueblos es luchando y trabajando junto con los demás por socavar dicho sistema y construir otro;
                                                          vii.      Al conocimiento y la técnica, la tecnología y la ciencia, la teoría y la práctica, el trabajo manual y el trabajo intelectual.

Tampoco podrá realizarse ese cambio si no se entreprende una lucha contra la industria militar, contra la guerra y contra toda forma de violencia (la que solamente podrá ser utilizada en forma defensiva cuando sea estrictamente necesario) para salvaguardar la integridad de las personas y de los pueblos. Sólo la unión y organización del pueblo en torno a una estrategia de cambio integral y radical podrá constituirse en una fuerza lo suficientemente solida y potente como para terminar con ellas y construir la paz.
1.4.2       
  Todos estos lineamientos deberán basarse en los siguientes valores

a)       Amor y respeto entre los seres humanos, ellos y la Madre Tierra
b)      Libertad
c)       Equidad
d)      Abolición del trabajo asalariado
e)      Distribución equitativa de las riquezas y recursos
f)        Solidaridad y trabajo conjunto
g)       Fraternidad planetaria (internacionalismo),
h)      Respeto de la diversidad cultural y natural
i)        Autonomía
j)        Democracia inclusiva
k)       Autogestión, Autogobierno y Autodefensa
l)        Poder popular


1.4.5  Nuevo paradigma socio económico

La definición de una estrategia de RI deberá contemplar la construcción y consolidación de una economía comunitaria y una sociedad solidarias, basadas en:

a)- El respeto a la naturaleza y a los ecosistemas y el manejo ambiental sostenible;
b) La propiedad comunitaria de los bienes de producción;
c) Un sistema de producción comunitario basado en el trabajo conjunto, la solidaridad y el apoyo mutuo, la confianza, el respeto y la satisfacción de las necesidades sociales de toda la población;
d) La producción y tratamiento ecológicos de insumos, productos y deshechos;
e) El intercambio solidario;
f) El consumo responsable;
g) La repartición equitativa del trabajo y de las riquezas creadas;
h) -La creación para todos de empleo en la producción y en servicios sociales dignos;    
i) La seguridad y bienestar social para todos;
j) Cajas de ahorro y crédito comunitario y bancas solidarias nacionales e internacionales;
k) Sistemas generalizados de monedas no oficiales, no especulativas que permitan el intercambio a diferentes niveles (local, nacional e internacional), saliendo durante la etapa de transición del monopolio de las monedas oficiales.

Para afinar este punto será necesario distinguir entre el periodo de transición en el que vivimos y la sociedad solidaria con la que soñamos a mediano y largo plazo, según cada contexto particular.

1.4.6  ¿Cómo?
Trabajando con coherencia entre medios y fines, tanto individual como colectivamente: Tenemos que estar muy conscientes de que el proceso de cambio integral es una transición desde el sistema vigente hacia una nueva sociedad y una nueva humanidad que no se hará de un día al otro sino en un proceso cuya duración dependerá de nosotros mismos. El camino para ir de un lugar a otro es el aprendizaje y los intercambios a todos los niveles que nos permitan compartir nuestras experiencias para ir aprendiendo y definiendo a donde vamos a corto y mediano plazo, partiendo del lugar en el que estamos hasta donde queremos llegar a mediano y largo plazo. Hace falta, pues, que los medios para realizar esta transformación estén en concordancia con los fines que anhelamos. Que nuestro discurso sea coherente con nuestros pensamientos, discurso, actitudes y comportamientos individuales y colectivos. Por otra parte, una RI tiene que ser sumamente creativa y no centralizada por lo que, las formas de organización y el proceso de consolidación de la RI no pueden sujetarse a reglas uniformes ni a nivel nacional ni a nivel planetario, sino que tiene que ser decididas en asambleas autónomas o consejos abiertos[viii] en las que todos tengan el derecho a participar en la toma de decisiones, según el contexto geográfico/histórico y cultural de cada comunidad y de cada pueblo.

1.4.7  Escalas de acción
Como lo señala Francisco Miguel Venes (2012), existen desde ya “diferentes escalas de acción que tienen que construirse a partir de una diversidad de actores y actrices en varios ámbitos sociales”, poniendo como ejemplo en el Ecuador, el enfrentamiento directo o defensa del territorio (que es criminalizado por el Estado y los intereses mineros (como pasa también en otros países: Guatemala, México, Chile, etc.) o, saliendo del derecho constitucional, la resistencia de múltiples movimientos a la injusticia y su lucha por la autonomía.

1.5 ¿Quién, donde, cuando?
Existen desde ya focos de resistencia que nos muestran la existencia de actores que están luchando desde ya por un cambio, como dice el Llamamiento internacional: La dominación intenta socavar la dignidad humana, que es en sí misma semilla de la resistencia y de la construcción de otros mundos. Comunidades originarias, pueblos indígenas, movimientos sociales y políticos autogestionarios y colectivos resistentes en cada rincón del planeta continúan su larga batalla para defender la tierra de la explotación, de la desarticulación de sus culturas y de la humillación de sus gentes. Tanto en el campo como en la ciudad, la dignidad nos dota de formas legítimas de autodefensa de los pueblos, de los valores humanos y de la propia humanidad. Las movilizaciones se multiplican allí donde resiste la dignidad: la insumisión y la desobediencia refuerzan la no-colaboración con las estructuras dominantes (estados, instituciones y empresas). Son focos de resistencia a la asimilación y plantan cara al poder. Son inteligencia colectiva en emulsión, creación y garantía de que otros mundos son necesarios y empiezan a hacerse realidad”.

Por lo que, una RI podrá ser construida únicamente, a medida que dichos focos de resistencia se consoliden y fortalezcan, a medida que cada uno de nosotros y nosotras, llegue a ser más consciente y comprometido (rompiendo con todas las dicotomías y encajonamientos), tome en mano su responsabilidad histórica y se convierta en sujeto autónomo de cambio social, a medida que realicemos nuestra responsabilidad social en la construcción del presente-futuro y del de los jóvenes y niños. La RI está siendo construida por todas las personas y colectivos íntegros, conscientes y comprometidos que, a diferentes niveles y en todas partes trabajan juntos desde ya con los demás para consolidar la democracia inclusiva y el poder autónomo de las organizaciones y de los pueblos, tomando las decisiones en asambleas, sin jerarquías ni jefes que manden y decidan al margen de la voluntad popular[1].

1.6  Ética, espiritualidad y transformación individual  parte fundamental de la RI

La RI implica obligatoriamente no solamente el cambio social-económico y cultural sino que también la recuperación de la dimensión espiritual de los seres humanos, que bajo toda sociedad de dominación no son más que objetos utilizados para el servicio de las elites “Bien que el cambio buscaba desde fines de 1800 “no sólo derrocar el régimen económico basado en la ruda explotación, la especulación y el fraude, sino también por agitar la sociedad en la vida intelectual y moral por sacudir el estupor, rehacer las costumbres, llevar al ambiente de pasiones viles y mezquinas del momento el soplo vivificador de las nobles pasiones, de los grandes entusiasmos, de los generosos ideales”  (Kropotkin, 2001)

 Entendiéndose por dimensión espiritual, la capacidad ilimitada de amar tanto a la naturaleza como a otros seres humanos, a la libertad, a la verdad, a la belleza, a la virtud, al bien y a lo bueno. Esto significa, como dice FRM una revolución axiológica en la que los valores de lucro y acumulación del sistema capitalista sean trastocados por valores que exigen una profunda vida interior “Si en un sentido estricto la revolución que hacer tiene como contenido la realización de la libertad igualitaria para todo el cuerpo social, en lo axiológico ha de concebirse como la realización del bien y la virtud. Los recursos espirituales tienen que ser su propósito y también su fuerza motriz, pues su esencia es el despertar de las fuerzas del espíritu” capaces, tal vez, de superar, desbordar y vencer a las fuerzas de la opresión, si se fomentan lo suficiente” (FRM, 2015, págs. 315-16). Lo que no implica, de ninguna manera una vida complentativa o monjil cortada del quehacer revolucionario, sino al contrario, exige una coherencia absoluta entre lo que se dice y lo que se hace, entre la dimensión espiritual y el actuar concreto de cada persona a nivel individual y social, ya que, tenemos que estar consientes de que toda espiritualidad cortada de una práctica revolucionaria y de una dimensión social es una espiritualidad vacía de contenido, un cascarón repleto de discursos vanos e incoherentes que no solamente no tendrán ninguna influencia sobre la realidad ni sobre el cambio social, sino que, al contrario, serían ficciones o supercherías que lo frenan y desvirtúan. “Es por ello que “el tema especifico de la crisis psicològica y espiritual, de las personas y la humanidad, y su superación, es clave para la revolución integral. Del mismo modo que hacemos critica al modelo económico y político y proponemos alternativas estructurales, también hace falta pensar criticamente sobre nuestra crisis como sujetos, llenos de individualismo, ego, competititividad, la politica del ojo por ojo diente por diente... y su posible superación, a traves de poner sobre la mesa nuevos valores y formas de hacer, critica y autocritica, ejercicios de mejora y autotransformacion, una cosmovisión del amor...no podemos caer en el politicismo y el economicismo y, no salirnos de los paradigmas meramente estructuralistas sería un error(Laia Vidal, comunicación personal 2016).

Esto es muy difícil pues, la espiritualidad bajo el sistema actual se ha convertido, no solamente en una mistificación manipuladora, sino también en una mercancía a la que se compra y se vende, arriesgándose una persona honesta a caer en manos de estafadores y charlatanes, pero es sumamente necesario plantear la necesidad de reivindicarla como parte integral de una RI, ya que esta significa una transformación global del individuo revolucionario que deberá cambiar individualmente y en colectividad, imaginar, crear y consolidar una nueva espiritualidad, traducirla en nuevas actitudes y comportamientos sociales, con una nueva ética. Esto significa igualmente una lucha constante contra la violencia, la manipulación y el dominio a todos los niveles (individual, familiar, comunitario, regional e internacional), un cambio de actitudes y comportamientos sociales masivos, de manera a crear un contrapoder suficientemente potente que se oponga e impida la guerra, la destrucción y la violencia en las que vivimos. Como dice Silo, “no se habla de soluciones simplemente personales ya que éstas no existen, en un mundo social e histórico es la acción hacia el mundo y hacia las otras personas, desde luego la acción con sentido, la que permite salir hacia todas las soluciones” (Silo, 2000 ).

1.7 Algunos pasos concretos, fundamentales

Estos pasos, de ninguna manera deben darse separados en el tiempo y en el espacio, sino que paralelamente, como está pasando actualmente tendrán que darse simultáneamente en muchos lugares, en todos los tiempos y a diferentes niveles cada vez con mayor consciencia y compromiso de las personas y comunidades que los entreprenden. Algunos los tendremos que dar todos individual y colectivamente, sin importar el lugar en donde estemos, ya que es responsabilidad de cada persona consciente prepararse del mejor modo posible para la realización exitosa de la RI y comprometerse a participar en ella. Pero, hay otros pasos que tendrán que ser tomados en el marco de una comunidad o colectivo particulares y no tendrán que llevarse a cabo por todos, aunque todos estén indirectamente implicados en ellos, sino que en función de las capacidades y limitaciones de cada uno, así como de las exigencias de la RI en los diferentes contextos. Es, como para fabricar un avión, cada constructor del futuro podrá especializarse en algo según sus gustos, preferencias y posibilidades pero todos tendrán que tener mentalmente la imagen global de cómo funciona y está organizado el sistema en su conjunto, así como de la utilidad y forma de funcionamiento de cada elemento, las normas, reglas y objetivos que se quieren alcanzar al fabricarlo. Aunque cada persona u organización trabaje o luche en un aspecto particular del cambio social deberá ser en sintonía con los demás y junto con los demás, trabajando en la forma más eficiente, coordinada y articulada posible en la RI, que, como dijimos anteriormente ya está en marcha.

Por otra parte, al mismo tiempo que todos estos pasos se incentivan y consolidan, cada colectivo o comunidad deberá, en el límite de sus posibilidades y limitaciones, crear un ingreso mínimo (en dinero, en moneda no oficial o en forma de trueque, intercambiando horas de trabajo contra mercancías u horas de trabajo contra horas de trabajo, etc.) garantizado la sobrevivencia para todos aquellos que participen a la construcción de la RI en la comunidad o colectivo. Una nueva organización del trabajo debe empezar a ser estudiada e implementada desde ya (cosas que algunos colectivos ya están haciendo), poniendo en marcha poco a poco nuevas formas equitativas de organización del trabajo  (social, productivo, artístico, científico, etc.) con tiempos y modalidades de trabajo y ocio decididos por todos, la satisfacción de las necesidades esenciales aseguradas  para todos y la puesta en marcha de múltiples servicios sociales para todos también.

El primer paso sería la auto reconstrucción de las personas tanto a nivel individual que colectivo, de manera a crear un alto nivel de conciencia y compromiso de manera a comenzar a definir y consolidar una estrategia que nos sirva de instrumento para la transformación integral de la sociedad : “Ganar la batalla de las ideas, concentrada en lo más decisivo, es preparar la revolución. Así pues, hay varias tareas: a) crear ideas revolucionarias, b) difundirlas, c) combatir a las ideas reaccionarias con argumentos verdaderos, d) organizarnos para realizar las actividades precedentes. La experiencia ha mostrado que un factor limitante clave es la calidad del sujeto: sin personas de valía no hay revolución posible. En los últimos decenios el par Estado-capital se ha concentrado en la destrucción planificada de la persona para constituir una sociedad del conformismo total. Ha creado seres nada, sujetos incapaces y embrutecidos, que sólo desean consumir más y más, que llevan una existencia puramente zoológica o vegetativa, y que además están orgullosos de ello. Sin regenerar a la persona no se puede avanzar. Tenemos, en consecuencia, que prestar una atención decisiva al sujeto real, sin dejarnos llevar al callejón sin salida de apostarlo todo a lo económico (economicismo), o a lo político (politicismo), o a una mezcla de ambas. La experiencia del último medio siglo es contundente: no hay avance en la lucha contra el capital y el Estado a través de acciones meramente reformadoras. Ha llegado el momento de establecer una estrategia de revolución integral, que se complemente con otra no menos sustantiva de autoconstrucción del sujeto. Ha llegado, también, el momento de librar una lucha de ideas hasta el fin contra el reformismo, el economicismo, la mentalidad de gueto, la preocupación por lo pequeño y, en general, toda la ideología socialdemócrata, se presente bajo las etiquetas que se presente. Tenemos, en la actual fase histórica, una oportunidad muy fidedigna de destruir al capitalismo y eliminar al Estado. No la desaprovechemos. En ese sentido los próximos 10 años serán decisivos” (FRM, 2013).

El segundo paso (que ya se está llevando a cabo en forma incipiente, sería la consolidación de las redes de alianzas que ya existen y la creación de nuevas redes a todos los niveles (local, regional, nacional e internacional). ¿Cómo podemos desarrollar una red internacional?  Se tienen que compartir y después coordinar y articular las diferentes experiencias nacionales y locales sin compartimentalizarlas ni fragmentarlas sino enmarcándolas en el marco global de una transformación social integral o RI.   ¿Cómo podemos desarrollar redes a nivel local? Tratando de involucrar a las personas y colectivos que trabajan y luchan en diferentes temas, mostrándoles como dichos temas están interconectados y forman parte de un mismo sistema, que es al que hay que derrocar uniéndonos en una estrategia común, mostrándoles que para lograr sus objetivos tienen que relacionarlos con los objetivos de todos y trabajar en armonía con todos,  creando espacios de discusión y debate sobre esta interconexión y las estrategias de lucha conjunta que pueden surgir a diferentes niveles. Solamente una práctica de cambio radical acompañada por una teoría y objetivos claros pueden mostrarnos la forma en la que nuestras ideas libertarias se pueden traducir en las actividades cotidianas, a diferentes niveles, creando al mismo tiempo redes locales multidimensionales, relacionadas también con otras redes nacionales e internacionales de manera a ir tejiendo la estrategia en todos los niveles. 

El tercero, el desarrollo de tecnologías y medios de comunicación, información, reflexión y debate que se pongan al servicio de la RI, eliminando poco a poco la dominación, los controles, la mediocridad y vulgaridad de los medios de comunicación que actualmente utilizan dichas tecnologías para manipular a las “masas”. Se necesitaran científicos, técnicos e ingenieros identificados con la RI en todos los campos (medicina, agricultura, educación, etc.) capaces de: 1) transformar las tecnologías actuales que se desarrollan en torno al dinero, al poder y la acumulación de capitales en tecnologías apropiadas al servicio de la población; 2) crear tecnologías apropiadas para cada situación; 3) enseñar y transferir dichas nuevas tecnologías en las escuelas de la RI (desde párvulos a la universidad) de manera que el monopolio de la ciencia y tecnología que existe actualmente no se reproduzca y el mayor número de personas de todas las edades los dominen y puedan utilizarlos.

El cuarto, que ya ha comenzado también, la creación y consolidación de entidades de gobierno y administración en los diferentes colectivos y redes, que decidan sus propias normas y leyes;

El quinto, una campaña a todos los niveles, contra la guerra y la represión en forma de atraer  y congregar al mayor número de personas y organizaciones que están contra la guerra, consumiendo el mínimo, organizándose boicots contra las empresas transnacionales que la financian y estableciéndose un contra poder del pueblo con el fin de desmontar el aparato policíaco y militar en todas partes del mundo, ya sea convenciendo a policías y soldados de confraternizar en torno a la RI, ya sea creando una fuerza unida lo suficientemente solida como para influir en la balanza política nacional y mundial, impidiendo que la represión y la guerra continúen.

HAY QUE SEGUIR ABRIENDO GRIETAS EN TODOS LOS MUROS PARA IR CONSTRUYENDO  NUEVOS CAMINOS




[1] Una democracia inclusiva en la que se utilice una concepción multidimensional (política, económica, social) que tenga como objetivo la distribución igualitaria del poder en todos esos campos, así como la reintegración de la sociedad y la naturaleza (Fotopoulos, Takis, 2005).






NOTAS

[i] El índice de eficacia se mide según una alternativa nos acerque o aleje de la construcción de un nuevo mundo y el socavamiento del actual
[ii] Esta posición no niega de ninguna manera la violencia burguesa que cotidianamente se ejerce sobre la mayoría de la población sino que se basa en: 1) La aspiración de los pueblos no es la violencia ni la guerra sino la paz, mismo si en algunas ocasiones y según el contexto éstos se vean obligados a utilizar la violencia para defenderse; 2)  La correlación de fuerzas militar e ideológica actual generalmente favorece a los opresores y es un crimen exponer a las poblaciones y personas en estas condiciones.
[iii] Lo que se verifica cuando vemos que la falta de este proyecto y estrategia unificadores muestran a estas iniciativas como completamente ineficaces. En vez de construir una RI fortalecen al sistema vigente ya que la mente de las personas que participan en ellos (tanto autoridades como comunidades) continúan a estar domesticadas y encadenadas al dinero, al prestigio y el poder y a la institucionalidad burguesa que les dan ciertos privilegios sobre la mayoría de la población.
[iv] los Concejos Abiertos según Daniel, Boyano Sotillo (2016) “son en España verdaderos ejemplos de democracia real participativa, son escuelas políticas de base auto gestionadas por la vecindad, donde la mujer tenía derecho a voto varios siglos antes de que el Estado Español y otros estados lo permitieran. Las decisiones más importantes sobre sus bienes vitales (montes, agua, caminos...) se tomaban oyendo la voz de toda la vecindad sin excepción”. Las asambleas también existen en las comunidades indígenas de Latinoamérica, siendo ejemplo de democracia directa e inclusiva, que no es tomada en cuenta por los Estados, incluyendo los que se llaman progresistas, cuando éstas se oponen a las hidroeléctricas, la explotación petrolera u otros proyectos que las despojan de sus territorios
[v]creo que el verdadero problema de los Derechos Humanos es que históricamente han sido usados  para colonizar otras regiones del mundo. Existen actualmente  mares y mares de documentos que muestran como los derechos humanos han sido utilizados como instrumento de dominación y de opresión y que, en consecuencia no han tenido para nada la eficacia liberadora que se les atribuye, porque nacieron al interior de un contexto determinado y son hijos de una historia determinada. La globalización, en particular, ha puesto en evidencia el aspecto del universalismo jurídico que consiste en la neutralización de la instancia democrática, y resuelve las relaciones entre el poder y el individuo solamente con medios jurisdiccionales” (Barcellona, Pietro, 2001).
[vi] Este encajonamiento y dicotomía de cada tema social, económico, cultural y político es el que favorece el fraccionamiento y especialización de cada movimiento  y ONG en múltiples temas diversos, aislados los unos de los otros, incapacitándolos para analizar los diferentes problemas como parte de un todo en el que todos los elementos están interconectados, de manera que avanzan únicamente soluciones parciales e incluso se oponen a un cambio radical del sistema global
[vii] Es innegable que la “Tecnología apropiada” en la actualidad es un término bastante popularizado y novedoso, su difusión se inicia en la segunda mitad de la década de los sesenta de manera incipiente. Probablemente la diferencia de la Tecnología Apropiada como corriente actual con la que desde siempre el hombre ha practicado, estriba en su carácter sistemático, el que se inspira en una convicción y, por tanto, se trata de promover su difusión a esferas donde ya no nace de manera espontánea.  Otro rasgo distintivo de la Tecnología Apropiada de estos últimos años, es que para muchos consiste en partir, sí, de las tecnologías autóctonas pero para mejorarlas, haciéndolas más eficientes y/o productivas. Más aún, para otro grupo de tecnólogos se trata de llenar el vacío de conocimiento que existe entre esas mismas tecnologías autóctonas y las altamente mecanizadas, hasta encontrar puntos medios… lo apropiado o adecuado dice relación con la disponibilidad de recursos y el volumen de la demanda sobre la producción… Lo que queremos dejar claro es que toda tecnología está determinada por el sistema productivo, la propiedad de los medios de producción   y las relaciones sociales que la rigen. A su vez, toda tecnología y por tanto, todo sistema económico funcionan sobre determinado proyecto político.  (Salinas, Amezcua, Bertha, 1978).


BIBLIOGRAFIA

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Carretero Miramar, José Luis, “Hipotesis para quienes luchan por un proyecto de transición poscapitalista”, in Varios autores, in La apuesta directa, debate libertario y ciclo político, Enclave de libros, Madrid, 2015.  
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Escobar, Arturo, Desde abajo, por la izquierda, y con la Tierra: La diferencia de Abya Yala-Afro-Latino-América, Pueblos en Camino, 26 enero, 2016.
Fotopoulos, Takis, Crisis multidimensional y democracia inclusiva, GADI, Catalunya, 2005 htpp//www.democracia inclusiva.org.
Grupo de reflexión para la autonomía (GRA), “¿Reforma o revolución? Pensando la transformación social hoy: Construir un nuevo mundo-Acabar con el orden establecido” in Varios autores, La apuesta directa, debate libertario y ciclo político, Enclave de libros, Madrid, 2015.
Kropotkin, Piotr, Palabras de un rebelde, Edhasa, Barcelona, 2001.
Mora, Felix Rodrigo, La democracia y el triunfo del Estado, Esbozo de una revolución democrática, axiológica y civilizadora, Editorial Manuscritos, España, 2010.
 Autoconstrucción del sujeto y Revolución, 2013.
Silo, Habla Silo, Recopilación de opiniones, comentarios y conferencias 1969-1995, Historial de publicaciones de esta obra en Castellano: Publicada en Chile por Ed. Virtual, 1996; en Argentina por Ed. Magenta, 1996;  en Argentina por  Ed. Magenta (Obras Completas, vol. I), 1998; en España por Ed. Humanistas (Obras Completas, vol I), 1999;  en México por Ed. Plaza y Valdés (Obras Completas, vol I), 2002.
Trainer, Ted, “Un principio táctico básico: No nos enfrentemos al capitalismo”, in http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Desarrollo_Sustentable/Un_principio_tactico_basico_No_nos_enfrentemos_al_capitalismo7, 30/06/14, Extracto del libro de Ted Trainer “The Transition to a Sustainable and Just World” (2010)